Café

cafe pintura

CAFÉ

Te escribo mientras los demás aún no han despertado.

Que, todo está envuelto de silencio, de vacío,

de esta sensación de irrealidad de la hora temprana.

Te escribo mientras sigo adelante.

Que, las mentiras, a veces, son silencios que nos protegen,

esa mentira tan poco creíble de seguir adelante,

que, la vida se hace de nuevo cada día,

Te escribo mientras pongo el café.

Que, para ponerte a pintar, sirven lo pasos de un cuento,

donde los personajes se transforman en cisnes extraordinarios.

Te escribo mientras sale el café.

Que, dibujé una caracola dando vueltas entre poemas,

a pesar de ser una espiral, sólo es una casa vacía.

Te escribo mientras el olor a café envuelve toda la casa.

Que, si pelas una manzana con cuidado,

tal vez encuentres una espiral en su piel,

que te abraza, hacia dentro, hacia fuera,

y se quiebra en tus manos.

Te escribo mientras me sirvo una taza de café.

Que, si miras una manzana como si fuera el mundo

y la cortas por la línea del ecuador,

encuentras una estrella en su centro,

dibujada con la melancolía de su ofrenda.

Te escribo mientras me tomo el café.

Que, a veces, desayuno una tostada,

a veces, una manzana, a veces, un sueño.

ÁNGELA GAVILÁN